domingo, 23 de septiembre de 2012

velas e imanes = sencillo experimento :)


Toda la materia tiene propiedades magnéticas y en algunos casos es fácil comprobarlo, por ejemplo  un imán atrae a los objetos de hierro. Pero en muchas sustancias el efecto magnético es tan débil que resulta difícil de observar, sólo si disponemos de un imán bastante potente podemos poner de manifiesto esta propiedad. 
Las sustancias  que son débilmente atraídas por los imanes se denominan paramagnéticas y las  que son repelidas diamagnéticas. Podemos comprobar el diamagnetismo de un sólido (diclorobenceno, naftalina) o de un líquido (agua), preparando el montaje adecuado.

Qué necesitamos
  • Imanes potentes (podemos encontrarlos en algunos juguetes como el geomag, en las puntas de los dardos magnéticos, et.)
  • Vela
Cómo lo hacemos
Se trata de observar que le ocurre a la llama de la vela cuando se encuentra en un campo magnético.
Si acercamos un imán se observa que la llama intenta separarse de él.
Si colocamos la llama entre dos imanes con sus polos enfrentados, uno polo norte y otro polo sur, la llama se alarga hacia arriba intentando separarse de ambos polos.
 
Por qué ocurre esto
Las velas están fabricadas con cera que puede ser de abeja, o una mezcla de grasa animal y derivados del petróleo (parafina), y una mecha. Al encender la vela la cera, con el calor, funde y se convierte en un líquido que es absorbido por la mecha, a su vez, se evapora  y en contacto con el oxígeno del aire se produce una combustión. Los principales productos de la combustión son dióxido de carbono y vapor de agua, y ambas sustancias son diamagnéticas, por eso son repelidas por el campo magnético.

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